Chen de Capella

BHCR_18 – La Catedral de Roda

catedral roda

 

Roda es un pequeño pueblo, elevado en lo alto de un monte casi de forma cónica, a la derecha del río Isábena. Su importancia histórica le viene por su catedral, de arquitectura romana, con tres naves y tres ábsides, posee igualmente un precioso claustro con hermosas columnas con capiteles tallados.

Esta catedral guardaba muchos tesoros, tapices, casullas, capas y frontales muy valiosos, que pasaron en parte a la catedral de Lérida o se perdieron en la ignorancia a lo largo de los siglos.

Según Giménez Soler, una de las cuestiones menos aclaradas que ofrece la Historia de Ribagorza es el origen del Obispado de Roda. Algunos han insinuado que fue la sede de Lérida trasladada a dicha villa cuando los moros tomaron esa ciudad; pero no existe ningún derecho legítimo ni documento para creer que su sede fuera trasladada a Roda.

En el 1088 se resolvió la cuestión de cuáles eran los límites entre las diócesis de Jaca y Roda, y para nada se hace mención de los derechos que pudo tener Lérida.

Obispos conocidos no los hubo hasta mediados del siglo X; y su diócesis carecía de límites ciertos; hay en cambio, según cita Giménez Soler, hechos que permiten afirmar que el obispado de Roda, tiene su origen en Zaragoza. Se sabe que el obispo de esa ciudad fue a llevar las reliquias más preciadas de su iglesia (los cuerpos de S. Vicente y San Valero) a Roda, donde son venerados y cuya catedral está bajo la advocación del primero.

Por otra parte, el emblema de la catedral, es el mismo que el de Zaragoza “ Agnus Dei”. La tradición une las dos iglesias desde la mitad del siglo XII, paralelamente a que la tradición política unió las tierras de Aragón.

Después de la muerte de Atón, obispo de la diócesis de Pallars-Ribagorza, queda ésta incorporada al obispado de Urgel. Vivían todavía sus hermanos Bernardo y Mirón; y se comprende que se resistieran a abandonar las influencias que suponían el tener obispo propio en sus dominios.

Tras númerosos desencuentros por este hecho, al fin, el conde Ramón II, logra gestionar el nombramiento episcopal de su hijo Odisendo, obteniendo el consentimiento de Narbona, que le concedió el permiso para instituir la sede episcopal en Roda.

Según Serrano Sanz, el documento que nos informa de este hecho, es muy conocido, pero mal interpretado. Es presentado como carta fundacional del nuevo obispado, cuando en rigor no es más que el acta de la dotación de la iglesia para que sirva de sede episcopal. Según Serrano, el obispado ya existía; aunque la gestión de Ramón es de considerable importancia y por tanto que se le conociera como fundador del obispado de Roda. Fue consagrada catedral el 27 de Noviembre del año 957.

En Noviembre del 959, Odisendo obispo, fue a consagrar la iglesia de Stª María de Vallis (próxima a Campo), en el 960 consagró la iglesia de Stª Cecilia del Castillo de Fantova.

En el año 973, a Odisendo, ya le había sucedido en el obispado Aymerie, de procedencia francesa, propuesto sin duda por la autoridad de Narbona; y que gobernó la diócesis por espacio de 40 años. En su última etapa, fue sorprendido y capturado por los moros; y logró su liberación entregando como rehén a un sobrino, suyo, prometiendo su redención por dinero. Marchó a Francia para reunir la suma convenida y a su regreso, Roda estaba destruida, por lo que se refugió en Llerps muriendo en el año 1017.

Le sucedió el obispo Borrell, que en el 1018, consagró la iglesia de Stª María de Serraduy y en 1019 una iglesia en el valle de Puértolas (Sobrarbe).

De ningún obispo de Roda se han conservado tan curiosos documentos como del obispo Borrell. Se conservan las actas de su elección y consagración.

Fue elegido no sólo por el cabildo rótense, sino también por Apo (abad de Alaón), Amila de S. Andrés, Daco de Lavaix y algunos seglares. Presidió el acto Armengol (obispo de Urgel).

Borrell era hijo de una señora llamada Riquildis; y por no tener más que las órdenes menores cuando fue elegido obispo, recibió las mayores de Adalberto, prelado de Carcasona. Murió entre los años 1026, 1028.

Le sucedió Arnulfo, que fue consagrado en Burdeos. Su pontificado duró desde el 1023 al 1067; y abarcó los reinados de Sancho Garcés, Gonzalo, Ramiro I y Sancho Ramírez.

En 1023 asistió a un concilio mandado celebrar por Sancho Garcés; en 1025, suscribe un documento por el cual dicho monarca dio al presbítero Atón el monasterio de S. Clemente de Valcepollera y en Julio del 1033 confirmó una escritura por la cual los monjes de Stª Eulalia de Pequera, se sometieron al  monasterio de San Juan de la Peña.

En tiempo de Ramiro I volvió a suscitarse la cuestión de mayor derecho de los obispos de Urgel sobre Ribagorza.

Un documento del año 1040 confirma que Ramiro I conserva la jurisdicción de la diócesis de Roda en Ribagorza y en el  valle de Gistaín; pero con cierta dependencia de la de Urgel.

También Sancho Ramírez planteó a fondo el problema de la independencia de la sede Ribagorzana; precisamente porque su dominio era reciente en el  país, y le interesaba reforzar su posición política con el apoyo de la jerarquía eclesiástica, y esquivar la sujeción de la sede de Urgel

Arnulfo, fue depuesto de su silla sucediéndole Salomón, monje de Ripoll y consagrado en San Vitorian el 18 de Agosto del 1068. En 1076 fue depuesto Salomón retirándose a Ripoll donde murió en el 1097

En el 1076, se celebró un concilio en Tierrantona, donde se decidió la elección de Raimundo Dalmocio como sucesor de Salomón

Sancho Ramírez congregó en la Catedral a próceres de la diócesis, en el año 1084 y ante el altar de S. Vicente confesó la injusticia de entrometerse en la elección de los obispos, mandó restituir los privilegios que habían tenido los miembros del clero y dejó que fueran los canónigos quien consensuaran esta elección.

En el 1093 y en presencia de su hijo Pedro, donó la iglesia de Stª María del Campo.

A D. Raimundo, le sucedió D. Poncio, que reunió las diócesis de Barbastro y de Roda (1097-1103)

En 1118, Alfonso II concedió a la catedral de Roda la décima parte de una mina de plata en el valle de Benasque.

Son de destacar los hechos ocurridos al obispo D. Raimundo Guillén (San Ramón) (1104- 1126)

Durante esta etapa, se le despojó de varias iglesias  diocesanas de los condados de Pallars  Ribagorza y Lérida, por parte del obispo de Urgel Odón (1116).

Igualmente el obispo de Huesca, D. Esteban, le proporcionó grandes preocupaciones ayudado incluso por el rey Alfonso I. Le despojó de la ciudad y de su sede de Barbastro; lo que le obligó a refugiarse en Roda.

En 1126, muere San Ramón sin haber podido recuperar su silla; pero las consecuencias para su agresor son peores. El obispo Esteban, en 1123 es excomulgado por no querer restituir su silla a San Ramón, y en 1130, este obispo  que le usurpó la sede de Barbastro, muere en una batalla con los moros junto a D. Gastón de Beares.

El último obispo de Roda fue D. Guillermo Pérez (1149). La sede del obispado fue trasladada a Lérida mediante “Bula Pascual” perdiendo así Roda la categoría de Obispado.

A partir de este momento Roda queda bastante distante de la influencia político social del momento, aunque algunas personalidades como Pedro III la tomó bajo su protección y custodia; y Pedro IV le concedió al Prior el derecho de sortear un diputado por el brazo eclesiástico (3 de Enero de 1343) además de exención del tributo de “Baraje” (derecho que tenía como Señor de Ribagorza) ampliando dicha exención en el caso que este condado volviera a la corona de Aragón (2 de Enero de 1347)

En el siglo XVII, todavía conservaba la Catedral de Roda grandes privilegios; tenía el patronato con los beneficios de la iglesia colegial de Monzón.

Pero en Abril de 1785, se decreta la secularización , cesando la regulación que había durado cerca de 7 siglos  ( desde 1092 que la decretó el obispo Raimundo Dalmasio ) quedaron 22 clérigos.

En 1799, la iglesia de Lérida volvió a reconocer el título de catedral a la de Roda, pero con el apelativo de “Sede Vacante”, por lo que su cabildo no podía ejercer jurídicamente sobre la iglesia, sólo podía visitar la parroquia y colocar en los sínodos a los cabildos rotenses.

Como resumen, la iglesia de San Vicente de Roda, fue Catedral Episcopal desde el año 957 hasta el 1149, tuvo 17 obispos, desde Odisendo hijo de los condes de Ribagorza y Pallars, hasta Guillermo Pérez entre ellos un santo canonizado, un rey y un hermano de reyes y otros ilustre personajes que por su linaje, sabiduría, consejo y auxilio se valieron nuestros reyes en las guerras contra los infieles y en el gobierno de sus vasallos.

En 1551, se trasladaron las reliquias de San Ramón y de San Valero, de sus sepulturas a las urnas donde hoy se veneran.

El canónigo de Roda D. Francisco Jovellar, descubrió en 1716 el sepulcro de los 7 primeros obispos conocidos y cuya inscripción dice así:

Pontificium quórum sunt nómina cripta
Corpora sunt sacro condite quipe loco
Os vivit túmulus sanetus Raimundus iste
Ptimus Odisendus, Ato fuit relatus
Tercio Borrelus, Aimericus quoque cuartus
Prior fuit Arnulfus , sextus el ipse lupus
Séptimus est Jacobus, justus, csatus, reverendus
Cunotis propitius sit Deus, ipse puis

Para terminar cabe hacer una somera descripción de su estructura arquitectónica:

La planta de la basílica tiene tres naves, tres ábsides con arcos torales y formeros, pilares de sección cruciforme y ábsides de horno. La nave central mide 36.50 metros de largo, por 5.85 de ancho; las laterales  28.50 por 3.65; la cripta 12.50 por 5.70.

F. Luís Güerri Mir
Junio 2023

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Imagen: Dominio público Amador, CC BY 3.0