Después de atravesar el profundo y estrecho valle de Gavarnie, el río Isábena entra en un prado rodeado de montañas y en el que nacen varias fuentes, allí asentado en un pequeño valle cerrado por la sierra de Calvera y al pie del monte llamado “Croqueta”, se encuentra el histórico monasterio de Obarra, situado a la izquierda del río y apenas a un Kilómetro al otro lado y unidos por un precioso puente y un camino abierto en la roca viva se encuentra Ballabriga.
Se ignora la antigüedad real de este monasterio; pero su reconstrucción se debe a los Condes de Ribagorza D. Bernardo y Dñª Toda; por cuyo motivo son considerados como fundadores del monasterio de Obarra.
Los primeros abades de los que se tiene referencia son Iñigo y Franco; este último regía el monasterio por el año 907.
En el año 927, aparece el nombre de Egica; y para septiembre del 947 figura como abad Lavila, siguiendo como responsables del monasterio Daniel, Américo, Atón y otros.
Entre los diferentes documentos que de Obarra se han podido rescatar, citaremos algunos de ellos referentes principalmente a donaciones que se realizaron al monasterio:
En el año 927, los Condes de Ribagorza Bernardo y Toda, hacen donación de un aprisco en los montes de Castanesa; y en el año 933, dan los pueblos de Fontilla y Magarrofas.
En el año 939, Galito, vende a Dñª Toda una tierra en el valle de Ribagorza, que posteriormente dona al monasterio
En el 940 D. Bernardo y Dñª Toda, otorgan al monasterio el pueblo de Fornóns (término de Serraduy), con la condición de que fuesen enterrados en la iglesia de Stª María los moradores de aquel pueblo que al fallecer tuviesen siete o mas años.
En el año 946, los mismos condes, dieron al monasterio cuatro capdemansos de Ballabriga.
En el año 947, con ocasión de resolver las disputas entre los vecinos de Benasque y Serrui, por las estivas del Baliera, en las que hubo derramamiento de sangre, D. Bernardo, dio parte de las mismas a los monasterios de San Vitorian, Obarra, Taberna y Alaón.
Totila, hijo de Oriolfo y Ganiza su mujer, dan por este tiempo a Obarra la iglesia de Stª María Fermons y parte de sus diezmos.
En el 976, el conde Guillermo hijo de Mirón, otorga a Obarra los diezmos de las villas de Senuy y Sopeira, siendo a la sazón abad de este monasterio Ayón. En este mismo año, el conde Isarno y su mujer Bala, conceden a Obarra la Coma del Grau.
El 11 de Agosto del 981, Los condes D. Raimundo y Dñª Mayor de Pallars, hacen donación a Obarra de dos yugadas de tierra en Aguilar. Este documento, es una prueba de que los condes de Pallars poseían algunos feudos en Ribagorza en tiempos de Guillen Isarno; ya que las tierras donadas al monasterio por Raimundo y su mujer Dñª Mayor, se hallaban casi en el centro del condado de Ribagorza (cerca del Ésera)
En el 988, Garsendis, en nombre de su marido, hace donación a Obarra de sus derechos en las parroquias de Calvera, Castelcit y Morens.
En el 1008, el conde Suñer, vende al abad Galindo la villa Serrui, destruida por los infieles; poco después se reconstruyó y dotó la iglesia de San Clemente de aquella villa por el abad Galindo, el presbítero Riculfo y su hermano Atalaviri.
En el 1013, el conde Guillén Isarno, concede al monasterio las villas de Aries y Lestera de Golbés; y en el 2015 un siervo suyo y a su esposa como sirvientes del monasterio.
En el 1019, Galindo, abad del monasterio, da unas casas a un tal Centulo, para que él y sus descendientes sirvan al monasterio.
En el año 1020, Riculfe y Arnaldo, hicieron donación a Obarra de algunos alodios en San Quirce y San Esteban del Mallo. Se ve por este documento que la iglesia de San Quirce y sus fincas, pertenecieron al monasterio y que este las perdió cuando los musulmanes entraron en Ribagorza en los primeros años del siglo XI; y una vez expulsados los infieles, volvió aquella a su antiguo dueño por sentencia judicial. Iñigo, conservó la propiedad de algunos alodios que habían sido de aquella iglesia, y luego pasaron a la propiedad de Riculfe y Arnaldo que mas tarde los donaron al monasterio de Obarra.
El monasterio Ribagorzano de Nª Sª de Obarra, pertenece al grupo de iglesias románicas que conservando el tipo uniforme de decoración, presentan estructuras diferentes. Las bóvedas de cañón son sustituidas por las de aristas totalmente, no sólo en las naves laterales.
Este grupo de de iglesias románicas tan características, están en la zona fronteriza de Aragón con Cataluña. Tienen bóvedas de arista, y casi todas están decoradas exteriormente, no sólo en los ábsides sino en los laterales por arquillos y fajas lombardas. Otra característica común es que la nave central se eleve sobre las laterales, permitiendo una mejor iluminación.
Obarra, pertenece a este grupo, aunque parte de las bóvedas de la nave mayor son de cañón; lo que apuntaría a un superposición de métodos constructivos empleados en acabar o reparar la obra por constructores probablemente lombardos. Cabe pensar en ello además por la decoración de nichos en el ábside central y las arcadas y fajas de las laterales y en los muros. El interior del ábside principal posee una arquería con cuatro capiteles; estuvo decorado con pinturas murales. Los muros están formados por piedra sin labrar y en su parte superior corre la característica arquería lombarda. Los ábsides, uno por nave presentan en el exterior, a modo de cornisa los mismos arcos. La techumbre es de losas a dos vertientes. Unos porches sin techo nacen del ángulo sudeste y corren a lo largo del lado sur, prácticamente no hay fachada, solo una pared lisa en la que se abre una puerta. Delante de esta puerta se levanta en sustitución quizás del pórtico, un patio cuadrado sobre el cual se abren las puertas de acceso a las dependencias de la casa; de las cuales sólo es notable un aposento abovedado contiguo al templo.
El retablo mayor es del siglo XV de grandes proporciones, fue destruido; quedan restos de un sarcófago con una urna sepulcral en la que se distingue un escudo de armas y encima, la estatua yacente de D. Bernardo Barón de Espés. Hay fragmentos de otra sepultura con algunos relieves deteriorados y una imagen mutilada de la Virgen con el Niño (obra del siglo XIV).
También existía (después de la guerra del 36) según relataba el erudito Dr. Cardús en el periódico Barbastrense “El Cruzado Aragonés” piedras procedentes de un escudo de armas y los sepulcros profanados de los Condes; y en el palacio abacial, todavía quedan dos piedras procedentes al escudo de armas de los Mur (Octubre de 1960). Uno de estos escudos, perteneció probablemente, al ilustre Fray Pedro de Mur, que fue prior en Obarra en 1574 y asimismo Señor de la Baronía de Bárcabo.
A mediados de los 50 del siglo pasado, en otro artículo del Cruzado Aragonés escribía el párroco de Beranuy que a raíz de los últimos temporales se ha producido un nuevo derrumbamiento en la iglesia del Monasterio de Obarra, afectando esta vez a la pared del lado de la epístola y que alcanza a los arcos lombardos del siglo XI.
Tras progresivo deterioro y numerosas denuncias por colectivos muy dispares, el Monasterio de Obarra se ha reconstruido; no así el palacio abacial.
F. Luís Güerri Mir
Diciembre 2023
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Imagen: Obarra, exterior sur del monasterio. Huesca, España.
Autor: Lozano Manzanedo
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