Chen de Capella

BHCR_10 – Unión del Condado de Ribagorza al de Sobrarbe y Aragón. Reino de Aragón

vidal mayor

 

Ramiro I es sin duda el gobernante en el que se cimienta el Reino de Aragón, no sólo consolida lo que le otorga su padre, sino que amplía el territorio del Condado de Aragón a través de plazas que nunca habían pertenecido a Aragón, algunas donadas  por su padre antes de morir y otras ganadas a su hermano García III de Navarra con el que nunca se llevó bien y contra el que peleó en diferentes ocasiones por territorios fronterizos. Ramiro perdió contra su hermano  la batalla de Tafalla, pero ganó plazas como Uncastillo, Sos, Luesia o Biel.

Por otra parte su carácter enérgico y combativo, le llevó a conseguir numerosas plazas ganadas a los moros (de las que haremos referencia de forma algo más detallada) hasta su muerte en el 1064, tras ser herido en el cerco de Graus año 1063.

Además de ampliar de forma importante el territorio, Ramiro, se preocupó de repoblar, y de cristianizar. Dio una enorme importancia al Monasterio de San Vitorián, y era tal el respeto que le tenían los moros, que llegó a conseguir que algunas poblaciones fronterizas todavía ocupadas por los infieles, pagaran tributos al objeto de no ser atacados por los cristianos.

En este orden de cosas las fronteras de las cuencas del Ésera y del Isábena, cada vez eran menos claras, comenzaban a tener terrenos no defendidos por los infieles, en los que las incursiones y la ocupación de los cristianos  eran continuas. Se creó una cierta regulación tanto del paso de las personas como de mercancías en poblaciones ocupadas como Capella, Laguarres, Lascuarre, Perarrua, Fantova o Güel. Esta circunstancia favoreció de forma importante la toma de estas plazas cuando llegó el momento.

En el 1060 tomo la fortaleza de Capella, y dos años después, en el 1062 las plazas de Lascuarre y Laguarres

Otro hecho relevante de Ramiro es que cuando muere su hermano García peleando contra su hermano Fernando de Castilla, en la batalla de Atapuerca (año 1054), rompe los vínculos de fidelidad que le unían a los reyes de Navarra y queda así liberado tanto él como el territorio de Aragón de cualquier compromiso o promesa con el reino vecino; además pacta con Sancho el heredero Pamplonés (su sobrino) que cediéndole Sangüesa para Aragón no habría conflictos de fronteras y  paz entre  los dos reinos.

Como curiosidad cabe destacar, que no se conoce con exactitud cuál es el motivo por el que Ramiro firmaba sus documentos como “Ramiro, hijo del rey Sancho” o formulas similares, no lo hacía como “Ramiro Rey de Aragón. Es posible que esta circunstancia se debiera al hecho de que no disponía del derecho de primogenitura que le correspondía a García y que por fidelidad reservara ese título exclusivamente para el rey de Navarra. En su última etapa, y ya liberado del compromiso de fidelidad, si aparece algún documento firmado como rey de Aragón.

Una vez tomadas las plazas que estaban en el entorno de Graus, tanto por la parte de la cuenca del Ésera como por la del Isábena, Ramiro tenía puestos sus ojos en la fortaleza de esa población. Era prácticamente una fortaleza doble, su cara oeste, más elevada,  estaba muy bien protegida por la peña; en ella había un castillo casi infranqueable; así como la cara sur que tenía unos desniveles difíciles de superar con la caballería, la parte más accesible era la muralla de la cara este que correspondía con la vega que formaba la confluencia de los dos ríos.

Graus era una plaza estratégica, su emplazamiento le permitía ser la puerta de entrada a los valles pirenaicos del Ésera y del Isábena y sus terrenos eran ricos en producción de alimentos. Disponía además, de al menos un manantial de agua salada que configuraba un barranco (El Sarrón) que podía proporcionar sal, tan necesaria tanto para personas como para los animales así como para la conservación de los alimentos.

Todo apuntaba hacia la necesidad de la toma de Graus, aunque era de esperar que no fuera empresa fácil, ya que no dejarían de acudir en su ayuda tropas de infieles procedentes de Barbastro, Estadilla,  Huesca y Zaragoza.

Corría el 1063 cuando Ramiro decidió dar la batalla a la plaza de Graus. En el mes de Abril reunió sus tropas y las concentró en Pano; el obispo de Roda, los bendijo y salieron camino de Graus.

La estrategia consistía en plantar un cerco que impidiera la entrada o la salida de personas y alimentos o agua esperando la rendición, sin arriesgar a las tropas en un enfrentamiento directo.

Todo parecía ir bien; pero el rey de Zaragoza informado del cerco de Graus, pidió ayuda a Sancho de Castilla con el que mantenía una relación cordial, y éste acudió con tropas bien pertrechadas y guerreros avezados entre los que estaba Rodrigo Diaz de Vivar en ayuda de los moros de Graus y en contra de Ramiro, (tío suyo ) deseando vengarse  por haberse aliado con el rey de Navarra en reyertas contra Castilla.

Las tropas ribagorzanas resistieron bien las embestidas de las tropas del rey de Castilla y del rey moro de Zaragoza, por lo que estos urdieron una estrategia para salir airosos de esa batalla por la defensa de Graus.

Pensaron que la mejor manera de derrotar a Ramiro era acabar con él; introdujeron entre las tropas cristianas que cercaban Graus a un infiel que vestía y hablaba como los ribagorzanos (llamado Sadadak) el cual buscó la mejor ocasión para abalanzarse sobre Ramiro y clavarle una lanza por el único sitio que tenia al descubierto. Tenía la visera del yelmo levantada y por allí colocó la lanza causándole una herida que fechas después acabó con su vida.

Ante esta circunstancia sobrevenida, se generó un desconcierto importante, que aprovecharon las tropas atacantes y los ribagorzanos acabaron retirándose con el cuerpo de Ramiro moribundo a sus cuarteles de Pano.

El historiador árabe Al-Tosteki, relata la muerte de Ramiro I de esta forma:

“El combate duró todo el día, saliendo los sarracenos completamente derrotados, pero uno de ellos llamado Sadadak que hablaba perfectamente el lenguaje de los cristianos, introdujese, disfrazado de tal, en el ejército aragonés. Consiguiendo llegar a D. Ramiro, a quien encontró completamente armado y con la visera calada, esperó la ocasión oportuna y llegada esta, se arrojó sobre el monarca hiriéndole con la lanza en un ojo. A los gritos de “el rey a muerto” que lanzó inmediatamente, entró en confusión en las huestes aragonesas, y rehechos en un momento los sarracenos, consiguieron finalmente la victoria.”

Ramiro I, murió cuatro meses más tarde, pero su hijo el gran Sancho Ramírez, vengó la muerte de su padre tomando Graus después de un cerco de 10 días el 14 de Abril del año 1083. Como acción de gracias de esta conquista, Sancho Ramírez, donó esta villa al monasterio de San Vitorian, haciéndole partícipe de sus rentas hasta el año 1571 que fue adjudicada esta villa a la diócesis de Barbastro recientemente creada.

En el año 1063, Sancho Ramírez, sucede en el reino de Aragón a su padre Ramiro I. Su reinado abarca 30 años desde el 1063 al 1094. A lo largo de todos estos años, Aragón adquiere una relevancia y un poder político muy importante, dentro y fuera de la península hispánica.

Al poco de comenzar su reinado, viaja a Roma adelantándose al resto de monarcas en poner su reino al servicio de Su Santidad y al servicio de Dios y de San Pedro. Por otra parte su política matrimonial, fue muy acertada, casó dos veces; el primer enlace lo hizo con una hija del conde Armengol de Urgel, posiblemente para asegurarse la paz en  las fronteras del este de su reino. El segundo matrimonio lo realizó con Felicia de Roucy, descendiente de Roberto el Piadoso. Tanto la relación con Roma como las relaciones con los vecinos de Urgel y con los condados franceses le proporcionaron importantes beneficios, políticos, culturales e institucionales.

Sus acciones militares fueron múltiples y contadas como victorias. En Ribagorza, antes de tomar Graus, se aseguró de tener controlado el congosto de Olvena, para evitar que tropas de infieles auxiliaran a Graus una vez establecido el cerco. Tomó Secastilla, Castarlenas y en especial los dos lados del congosto de Olvena, el castillo de Lumbierres y Castro.

Un suceso muy destacable es la muerte del rey Sancho de Pamplona asesinado por sus hermanos, y la posterior decisión de estos  de elegir a Sancho Ramírez de Aragón rey de Pamplona.

Este hecho ocasiona que Alfonso VI de Castilla, pretenda parte del territorio navarro lo que ocasionará pleitos y disputas que duraran 10 años hasta que se llega al acuerdo en el que para Aragón corresponderá el condado de Pamplona y Estella

F. Luís Güerri Mir
Diciembre 2022

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