El reloj de las campanas funcionaba con una polea que tenía dos contrapesos – uno de los cuales se conserva en la actualidad junto a las pilas bautismales de la iglesia- . Una vez que estaban arriba, por su propio peso iban bajando y hacían que se movieran las manecillas del reloj. El reloj accionaba un mecanismo que golpeaba las campanas marcando las horas y los cuartos. Cada día había que ir a «darle cuerda».
«Recuerdo a Juan de Batista, alguacil, que todos los días subía a la iglesia para dar cuerda el reloj y luego iba a la plaza y a la antigua casa de Viu a encender las luces del pueblo accionando unos conmutadores» Javier de Salamero
Fotografía de Javier Salamero Angulo, 2022
Más información: Iglesia de San Martín de Tours